domingo, 13 de enero de 2013

Decepciones mayúsculas

El Sudamericano sub20 es una competición que cada año que se disputa nos muestra grandes genios del balón que años después son deseados por los mejores clubes de Europa. Gran parte de esos chavales que despuntan en este torneo suelen pertenecer -mayoritariamente- a las grandes selecciones del continente americano, la brasileña y la argentina. En oda previa que cualquier persona haya realizado sobre esta competición habrá situado a estas selecciones como las grandes favoritas a levantar el cetro, yo también lo creía así. Pero la sorpresa a sido mayúscula al presenciar 180 minutos de cada una de ellas en las que no han logrado los tres puntos ninguna de las dos.


Brasil, por su parte, ha decepcionado, creo, todavía más a pesar de que suma un empate (1-1 vs Ecuador) y una derrota (2-3 vs Uruguay en el minuto 90 gol de López) y la albiceleste dos derrotas (1-2 vs Paraguay y 0-1 vs Chile). El conjunto de Emerson Ávila tiene la mejor plantilla de todo el campeonato con nombres en ataque como Adryan o Felipe Anderson y zagueros como Wallace o Doria. Una gran defensa y un mejor ataque pero en la zona de creación los llegan los problemas. La absoluta también carece de hombres en esa zona capaces de aportar creatividad y equilibrio al equipo, en la Sub20, por tanto, pasa lo mismo, no hay hombres capaces de dirigir el juego desde el centro del campo, así pues en las transiciones Brasil se encuentra con un bache en su propio once que les niega balones en las mejores condiciones a la pólvora que tienen arriba. Esto no es algo que deba o pueda corregir Emerson Ávila -tal vez retrasando a Felipe Anderson-, el problema debe solucionarlo la propia academia brasileña.

En cuanto a Argentina puedo decir que me esperaba más un mal comienzo porque su selección absoluta  no me inspira mucho y los nombres que tiene esta Sub20 tampoco llegan al nivel de Brasil. A pesar de ello tiene equipo para llegar lejos y más si es la anfitriona, el objetivo es la final y la victoria, no hay más. Si visteis los dos partidos disputados por Argentina coincidiréis conmigo a que el conjunto albiceleste peca de demasiados individualismos que terminan por afectar al rendimiento del colectivo ya que cada uno procura hacer las cosas por su cuenta y así es difícil que las cosas salgan. No digo que Alan Ruíz, Iturbe o Centurión no puedan darle la victoria a su selección con una individualidad pero si el juego fuese más colectivo el rendimiento del equipo mejoraría mucho. Trobbiani tiene trabajo, esto es faena para él.

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