Rendirse no está permitido

Arsène ya le quitó importancia al partido frente al Reading en la rueda de prensa anterior al encuentro diciendo que ésta competición estaba entre las últimas prioridades del equipo para la actual temporada, es decir, poco lo importaba al técnico francés caer eliminado en los primeros partidos, para él la Capital One Cup era una competición donde probar a los jóvenes talentos gunners y darles minutos a los que no gozan de tiempo tanto en Premier como en Champions League. Se podía pensar en la derrota pero no en que el partido comenzaría tan loco ni en que acabaría tan emocionante. Ya lo dije el Twitter al finalizar el match y lo repito, hacía tiempo que no disfrutaba tanto a pesar de no ver el mejor juego del mundo.

El primer tiempo fue algo, si me lo permitís, patético por parte del equipo de Wenger. Producto del saber que ésta competición no le importaba mucho a su técnico, los jugadores tampoco le pusieron muchas ganas. Esto se notó sobre todo en Koscielny que tuvo poca intensidad o más bien ninguna. Jenkison se reafirmo como mi Arbeloa gunner. A algunos les convence y dicen que cumple pero a mi me parece que va muy justo, demasiado para estar en un equipo como el Arsenal. A Djourou y a Ignasi Miquel se los vio faltos de carácter en el marcaje e indecisos en momentos concretos. El centro del campo lo formaban Coquelin y Frimpong, dos mediocentros que no destacan precisamente por su calidad de creación y es que ambos son destructores y su faena no es elaborar. Con la incursión de ambos jugadores en el once titular Arsène dejaba más que claro que le daba un poco igual como se jugase y si se ganaba o no, la cuestión era darles minutos a los jugadores que más los necesitaban. Más arriba, en la mediapunta, estaba Gnabry, chaval del que esperaba mucho anoche y con el que no acabé decepcionado pero tampoco contento. Arriba Arshavin, Chamackh y Walcott formaban un ataque de un nivel bastante bueno, suficiente para doblegar a la defensa del Reading, cosa que no pasó debido al desacierto de Arshavin, a la inactividad de Chamackh y a los pocos balones en condiciones que recibió Theo. En resumen, un primer tiempo para olvidar. 4-1.

Un jugador que se rinde no puede jugar en el Arsenal pero ellos se levantaron y mostraron porqué están aquí.

Wenger les debió dejar las cosas claras en el descaso porque la cara del equipo cambió totalmente en el segundo tiempo. El juego no fue el mejor, no fue el estilo que suele emplear el Arsenal en sus partidos, pero es compresible ya que no estaban en el campo ni Arteta ni Cazorla. A pesar de ello el equipo tomó la iniciativa y le cambió la cara al encuentro. Debo destacar el debut de Eisfeld, chaval de diecinueve años que me dejó grandes sensaciones -más que Gnabry- en el día de ayer. Apoyó en la salida, esperaba detrás de la pelota y provocaba muchas faltas a favor cerca del área contraria. Pero no fue Eisfeld el gran icono de esta segunda parte, lo fue Walcott. La velocidad de Theo tumbó al Reading y de paso le exigió de esa manera la titularidad en las competiciones importantes. Brillante Theo. Arshavin también mostró destellos del jugador que fue y me dejó satisfecho en la segunda parte. El otro jugador a nombrar es Chamackh. El marroquí paso desapercibido en el primer tiempo pero en el segundo se destapó y logró marcar tras estar trece meses sin hacerlo, además dos goles. 4-4 terminó el segundo tiempo y en la prórroga fue más de lo mismo y así terminó un partido, quizá, histórico. 5-7.

Dos opiniones se contradicen en cuanto a la importancia que se le debe dar a éste tipo de competiciones. Creo que el Arsenal no va nada sobrado de títulos y uno, aunque sea la Capital One Cup, no le vendría nada mal. Por otro lado está el tema de las lesiones y sabiendo que el Arsenal es propenso a sufrir bastantes no es nada descabellado renunciar a una competición como ésta, centrarse en intentar clasificarse para Champions en la competición doméstica y dejarles estos partidos a los jugadores con pocos minutos o a los jóvenes. Wenger optó por esta última y yo no se lo critico.